Este año ha vuelto Operación Triunfo a las pantallas de la televisión. Yo he sido muy fan del formato porque era el reality musical que más me gustaba. Vi alguna temporada (o mejor dicho, programas sueltos) de La Voz pero nunca me llegó a enganchar demasiado. Me parecía que tenían más protagonismo los coaches que los mismos concursantes y eso no me gustaba. Así que cuando anunciaron Operación Triunfo 2017 me encantó la idea.
A mi hija pequeña ni le va ni le viene; lo ve si toca, pero no es su programa favorito… pero en cambio la mayor es tremendamente fan. Mucha gente arruga la nariz porque les parece un programa de segunda, «un carísimo karaoke» pero mi sincera opinión es que no saben mucho de lo que es de verdad OT este año y porqué está encandilando a todos. A mí me gusta que mi hija sea fan del programa porque creo sinceramente que puede aprender muchas cosas de él. Hoy os cuento qué es lo que de verdad me gusta de Operación triunfo y porqué está bien que los niños lo vean.
Razones por las que nos encanta Operación Triunfo 2017
Por el canal 24 horas en Youtube
Es la primera vez que creo que podemos ver, sin abonarnos a ningún canal, el 24 horas de la academia. No es un 24 horas real porque comienza cuando se levantan y se acaba por la noche cuando se retiran a sus habitaciones. Operación Triunfo es un reality, sí, y los vemos comer o lavarse los dientes, pero tienen una cierta privacidad. En las habitaciones no tienen micrófonos ni cámaras y esto nos recuerda que aquí el salseo es secundario. Y hablando de estos palabros… ¡No sabéis lo que estoy aprendiendo de jerga de YouTube!
Brotp, shippeo, carpeteo, crush… joder, estoy haciendo un master. 😂😂😂 #otdirecto19d #jergatuitera
— Manu Guix (@ManuGuix) 19 de diciembre de 2017
A mí me gusta verles en lo que es su casa, haciendo cosas normales y sobre todo, trabajando como si no hubiera un mañana. De todas las críticas que se hacen a veces al programa la que más me fastidia es que les llamen niñatos… no tienen ni idea de nada. Son chavales de 18-20 años que se dejan la piel y que pasan horas y horas y horas trabajando, sin parar.
La lección que esto da a los jóvenes a mí me parece bestial: las cosas no suceden por casualidad, el trabajo es siempre necesario. Me gusta que lo vea mi hija porque le está inculcando la cultura del esfuerzo.

Por la música
Si fuera por mi hija en casa no se escucharía más que música del infierno reggaeton: a mí esta música me parece fantástica para la clase de zumba pero sinceramente para oírla en mi casa pues como que no. Gracias a Operación Triunfo (y a otros programas también, conste) la cultura musical de mi hija está aumentando a pasos agigantados. Cosas que si se las recomendara yo serían «música de viejos» al aparecer en un concurso así tienen un sello de aprobación. Así se ha acercado a cosas que serían completamente inviables de otro modo.
Pero conste, no sólo mi hija. Tengo buen oído y me gusta la música, pero no soy ni mucho menos una experta así que a mí me está dando a conocer a gente muy interesante. Si bien las primeras ediciones de Operación Triunfo a veces era todo un poco más de lo mismo, con selecciones musicales muy clásicas en este año se han alejado un poco de lo mainstream y tocan todos los palos. A mí me ha servido para culturizarme porque hay cosas que sinceramente no conocía de nada.

Por los profesores
Me encanta porque en Operación Triunfo 2017 estamos aprendiendo mucho. El cuadro de profesores para mí es completísimo y se tienen que tener súper afortunados de tener semejante plantel de profesionales. Ellos no sé, pero a mí me encanta ver las clases de todos ellos. Disfruto horrores con las clases de cultura musical de Guille Milkyway (imaginad si me gustan que dejo de trabajar ex profeso para verlas), con las de Andrea Vilallonga de Protocolo o con las de Interpretación de los Javis. Es cierto que posiblemente se nos escape el nivelazo técnico de Mamen Márquez y no podamos aplicarlo, pero tanto mi hija como yo estamos aprendiendo mucho de todos estos profesores, entre otras cosas:
- La confianza es básica para todos, artistas o personas de la calle que nos dediquemos a cualquier cosa
- Tenemos que saber que proyectamos una imagen, cualquiera que sea. Si nos gusta lo que transmitimos está bien, pero si no nos satisface podemos tratar de cambiarlo.
- Hay cosas que son como son: aceptarlo no es rendirnos sino reconocer unos límites y en nuestra mano está potenciar otras cosas o tratar de llegar lo más cerca de ellos que podamos.
- Estudiar con gente que sabe siempre ayuda. Rodéate de los mejores y aprende todo lo que puedas de ellos.
Me gusta mucho que mi hija vea que es posible dar clase, que sea divertido y que la relación con los profesores puede ser cercana. Ellos no están en nuestra contra sino que deberían trabajar para sacar lo más de nosotros. Operación Triunfo 2017 es un ejemplo de gente que disfruta con su trabajo y que nos hace disfrutar a los demás. Y que además escuchan a las redes sociales e interactúan con ellas. Las redes sociales no son el mal. El programa sabe que gran parte de su éxito reside en la fuerza de la red donde cada día es trending topic, donde sus espectadores no tienen problemas en hacer uso de las distintas plataformas ya que no son la generación anterior acostumbrada a verlo todo en la televisión sin más… y lo aprovechan muy bien.
Mención especial merece Noemí Galera, para mí la mejor directora de la academia que ha habido (los anteriores fueron Nina, Edith Salazar y Angel Llàcer). No es que los anteriores fueran malos, pero a Noemí se la percibe cercana, honesta, divertida, trabajadora y firme cuando tiene que serlo. Se hace querer y respetar, algo que me parece dificilísimo.
Por el casting
Pero para mí el mayor acierto de todos es el casting que han hecho. Al contrario de otros programas (o incluso, otras ediciones de este mismo) han querido seleccionar un grupo de gente que se la ve buena y normal. Nada de perfiles marrulleros, de gente con ganas de bronca o de figurar. Aquí todos quieren dedicarse a la música y trabajan por ello, pero no buscan la discusión, el enfrentamiento o el odio. Más allá de lo que sus seguidores en redes sociales digan (algo a lo que ellos están completamente ajenos) ellos se aprecian y ayudan entre ellos.
Obviamente existen afinidades, gente que se lleva mejor unos con otros, pero en general es un grupo en el que no hay más discusiones que las normales de una convivencia tan larga y tan dura… y son más bien pocas.
Gente culta, casi todos con formación musical y estudios en conservatorio que no llegan a la música con un afán de ser famosos sino … para ser músicos, que es otra cosa distinta.

Es un perfil tan alejado de los viceversos, granhermanos y compañía que da gusto verlos. Hablan de feminismo, de cultura, de identidad de género, con una normalidad que es una maravilla. Hemos visto en prime time a una chica besándose con su novio transgénero o a un chico dándole clases de catalán a su novia, algo impensable en la televisión pública hasta hace cuatro días. Y la gente lo ha adorado.
Operación triunfo 2017 a mí me ha hecho volver a tener esperanza en la generación de jóvenes que viene. Me gusta que mi hija vea OT porque aunque dudo que quiera ser cantante sí que quiero que muchos de los valores que estos chicos representan sean los de ella.
Nos gusta OT, sí, y lo defenderemos siempre. Este Operación Triunfo sí que nos representa.
(y ya si acabara a una hora en la que al día siguiente no nos muriéramos vivas sería la releche. Gracias).