Hace poco se pusieron en contacto conmigo para probar el iRobot Roomba 691. Si os soy sincera, hace unos años mis padres compraron un robot de limpieza marca ACME (vamos, que no me acuerdo cuál era) y no nos gustó demasiado la experiencia.
Sospechamos ya en su día que tenía que ser porque lo barato nos salió caro. La gente que tenía Roomba estaba encantada de la vida y ¿por qué nosotros no le veíamos más que problemas?. Lo tuvimos unos días en mi casa y realmente mal: la casa tenía que estar tan despejada de cosas que no había manera de conseguir un ambiente óptimo (nos costaba menos barrer directamente) y encima nos daba la sensación de que el chisme se aturullaba con una facilidad pasmosa. ¿Cómo sería la experiencia con Roomba? El anterior aparato acabó siendo donado porque nos poníamos todos de los nervios y nos daba la sensación de que muy allá no limpiaba.
Contenido de la caja
- a. iRobot Roomba 691 con batería de litio
- b. Pendrive con info (no viene incluido normalmente)
- c. Manual de instrucciones
- d. Base de carga
- e. Pared virtual dual
- f. Recambio de filtro
- g. Accesorio de limpieza para los cepillos centrales
Aquí podéis ver cómo es el robot visto desde arriba y también en la parte de abajo. La pieza amarilla que sobresale es el precinto, que antes de ponerlo en marcha hay que quitarlo. Siempre da cosa estirar de estas cosas por si acaso te cargas algo, pero no, tirad sin miedo.
Los cepillos como veis van protegidos en una especie de jaula que impide que se salgan. Se abre con facilidad y podéis limpiarlos sin problema. No tiene ninguna ciencia devolverlos a su sitio.
En la parte de abajo del iRobot Roomba 691 hay un cajón extraible que es donde se almacena la suciedad. Cuando está lleno te pita para que lo cambies. La parte azul es el filtro. En la caja vienen dos, uno ya colocado y otro de recambio por si te es necesario sustituirlo.
La parte de delante es como un bumper acolchado. Es lo que cuando toca en un sitio hace que cambie de dirección. Probé a quedarme parada para que chocara conmigo y la verdad es que es muy suave y no hace siquiera daño.
Poniendo el iRobot roomba 691 en marcha
El funcionamiento del aparato es realmente sencillo. Lo primero es colocar la base de carga en un espacio en que tengamos un poco de margen a ambos lados. Se recomienda medio metro a cada lado, aunque no siempre es fácil encontrar un metro de pared libre cerca de un enchufe. En todo caso, lo suyo es que esté en un sitio de fácil acceso para que el robot pueda llegar hasta ahí.
De primeras hay que atinar y colocar los dos sensores que tiene el aparato justo sobre los polos de carga, pero vamos, yo lo he hecho, no es tan complicado.

Si no te quieres complicar la vida, le das a Clean y el aparato se da vidilla. Es capaz de calcular la superficie de la habitación, saber cuánta porquería hay con un sistema que se llama Dirt Detect y también apañárselas para no dejar un rincón sin hacer.
Una de mis principales quejas con el anterior (y efímero) robot que tuvimos es que parecía tonto no iba sobrado de luces. Mi hermana, de hecho jugaba a hacer que era el robot y se pasaba un buen rato chocando contra el mismo sitio. Aquí no pasa. El iRobot Roomba 691 es bastante más espabilado y se las apaña para girarse y salir de la zona relativamente rápido. Era bastante deprimente ver al otro encallado en el sitio y aquí ya os digo yo que no.
Hay que tener precaución, claro, de recoger cosas del suelo, pero de manera un poco menos agobiante que con el otro. La primera vez que lo pones te das cuenta rápido de cuáles van a ser tus caballos de batalla. En mi caso, los cables por el suelo y curiosamente las cortinas, que son tirando a largas y arrastran un poco. La primera vez pecas un poco de pardilla, pero el robot empieza a llamarte pidiendo auxilio así que vas, lo solucionas y listo. La siguiente vez ya no te pasa. Además, a poco que pueda se mete debajo de los muebles.
Quizás el mayor hándicap que ha tenido en mi casa han sido las alfombras. Imagino que con las que son de pelo más corto no pasa pero en las mías que parecen peluches a veces se liaba un poco. Según el ángulo que cogía podía subir y según el ángulo no, y a veces se agobiaba un poco el bicho.
El robot viene con una pared virtual dual, que básicamente es un chisme para evitar que el bicho (conocido en casa de mi amiga como Manolín) se meta donde no quieras. La manera sencilla es cerrando la puerta: si está cerrada no entra, pero puede que queramos que respete algunas zonas o estancias completas de otra manera.
Podemos colocarlo de dos maneras: una con el interruptor hacia arriba que lo que hace es crear una línea de la que no pasa y otra con el interruptor hacia abajo con lo que genera un círculo o semicírculo en el que no se meterá. ¡Algo muy útil!
La app de iRobot
El iRobot Roomba 691 tiene conectividad lo que hace que puedas programarlo desde tu teléfono móvil sin problema. Para conectarlo lo primero es bajarte la app iRobot que está para Android y Apple y luego básicamente seguir las instrucciones que no tienen ningún tipo de misterio.
¿Hay que bajarse la app? Sí. Puedes hacer muchas cosas útiles y no es complicado su manejo. Por un lado va guardando registro de todo lo que limpia, de cuando empieza, de cuando termina, de lo que ha encontrado etc. Puedes ponerla en marcha de manera remota. Puedes programar para que limpie los días de la semana que tú quieras a la hora que le mandes. Además puedes hacer que pite el robot para poderlo encontrar de manera sencilla por tu casa.
Conclusiones
La verdad es que después de tener el robot durante un par de semanas en casa estamos valorando muy en serio hacernos con uno porque me ha parecido muy eficiente y realmente útil. No es especialmente silencioso (como no lo es ningún aspirador en realidad) pero la verdad es que en cuestión de limpieza le doy un 9.
Lo que más me ha gustado es que no es un robot nada delicado y que se adapta al medio. Y es que en un hogar con niños es difícil que esté todo en condiciones ideales para que el aparato pase… si están las sillas sobre la mesa limpiará mejor, pero si no están limpiará igualmente.
Más información
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Una respuesta a «¡Probamos el iRobot Roomba 691!»
¡Jajajaja! Ya tienes el juguete favorito de mi churumbelito en tu casa. ¡Te puedo dejar al niño alguna tarde que con el Roomba no te dará ni un ruido! Nosotros tenemos el modelo 700 no sé qué y te aseguro que es el bicho más resistente del mundo mundial, porque no sólo ha sobrevivido a la crianza de mi bichilla, sino que ahora lo hace con este: lo coge, lo abraza, lo lanza desde lo alto al suelo, sube sus 11 kilazos encima para que el Roomba lo pasee… Vamos, la limpieza la agradecemos mucho, pero el entretenimiento que le está dando al niño, eso sí que no está pagado. Nuestro modelo no se suele atascar, y eso que esta casa es un sindiós de piezas de juguete esparcidas por todas partes. Eso sí, les tengo puesta una norma: cosa que se trague el Roomba, cosa que se va a la basura. La niña corre que se las pela cuando lo oye encenderse, para poner sus pertenencias en las alturas. ¡Es un inventazo!