Yo hay cosas de las que tengo certezas: de que tengo mala leche cuando me despierto por la mañana, de que un postre para que sea postre tiene que tener chocolate, que llevar cosas rojas me pone de buen humor y de correr no es mi deporte. Ahora todo el mundo parece ser runner. Mi amiga Let se ha dado a correr como si no hubiese un mañana. A Sonia le dijeron que no podría hacerlo y ahora corre maratones. Yo… lloraba bajito cuando fuimos al runDisney en Disneyland París porque la perspectiva de liarme a correr me daba sudores fríos. NO-ME-GUS-TA-CO-RRER.

Pero amiguis, esto es como todo: si correr no es tu deporte (correr hacia ningún sitio, sin rebajas ni nada ¿estamos locos?) pues busca uno que sí que lo sea. Y yo el año pasado me di al zumba, fundamentalmente porque me lo pusieron en bandeja.
Os lo creáis o no, yo tengo algún resquicio de vergüenza. No mucha, la verdad, pero no me veía yo metiéndome en un gimnasio todo con tipas y tipos estupendos y músculos de estos que no sé ni dónde andan en mi anatomía. Porque es uno de estos misterios sin resolver ¿Para qué van todos estos buenorros al gimnasio? ¿Los ponen ahí para hundirte en la miseria? ¡Está claro que necesito yo mucho más el gimnasio que ellos! Así que cuando me enteré de que ponían clases de zumba en el colegio de mis hijas y a un horario que a priori me venía bien pensé, ahora o nunca. Y fue ahora.
También fue lo mejor que pude hacer. Si correr no es lo mío, el zumba sin duda sí, y no porque se me dé de cojón maravilla sino porque me súpermegarequeteflipa. Me lo paso bomba, y esto es lo mejor porque así venzo la tentación enorme de no ir.
Lo que más me gusta de mis clases de zumba es que tenemos cero presión en todos los sentidos. Da igual lo ridícula que estés con tus mallas: ahí no baja nadie de los 35 años y seamos sinceros, el look deportivo salvo que seas una instagramer fit no le queda bien a casi nadie. Nosotras estamos cañón, pero nos importa tres bledos. A las horas a las que hacemos deporte (vamos al turno de madres a las 20:15 de la noche) no queda nadie por ahí así que lucimos nuestras lorzas con orgullo.
La verdad: al principio el objetivo es básicamente sobrevivir a la clase y llegar al final con tus higadillos intactos, sin haberlos echado por la boca. Luego ya, a pasarlo bien.
¿Tus expectativas? Lucir tan maravillosa y tener tanto estilo como Beyonce
¿Tu realidad?

Aunque a mí me da lo mismo. Hay momentos en los que me veo tan ridícula que me entra la risa ¡pero no creáis que me paro!
¡ESE PASO! en el que vas hacia adelante que en tu profesora queda tan lleno de estilo… a ti te hace parecer Xuxa cantando el Ilarié. Mucho menos rubia, mucho menos delgada, pero con el mismo entusiasmo.
Y eso con suerte… otras veces te sientes un poco de la tercera edad, como cuando en las verbenas lo bailan todo igual

¿Y qué me decís de este paso en el que cruzas los brazos y haces como que estás enfadada? Por algún motivo los que cantan rap parecen enfadados y tú parece más bien que estés matando cucarachas #killmetruck

De todos modos ¡qué queréis que os diga! Yo voy a seguir yendo a zumba y voy a darlo todo. Así acabe para el arrastre ¡que el deporte es salud… o eso dicen!
P.D. la mayor ventaja de todo es que estoy puestísima en la música moderna. De otro modo ¡ya os digo yo que no conocería ni la mitad de las canciones!
Foto principal: aerobic, vía Shutterstock
5 respuestas a «Ser madre y hacer deporte ¡Fuera vergüenzas!»
Me he petado jajajaja. Y oye, que igual me animo y todo
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!!!!!!! Eres la caña!! Dí que sí! Que el ejercicio con risas quema más calorías… 😉 Y a estas edades la vergüenza ya ha quedado atrás… y cuando tengamos 70 años no te digoooooo
Socorro! yo estoy ya en el punto de sofocarme subiendo escaleras, así que todo lo demás con lorzas por aquí y lorzas por allá ….. me viene grande. Ojo que no es verguenza lo que me impide hacer ejercicio, es temor por mi vida! Jajajajaja
¡Me meo Sara! Yo empecé Zumba en enero y me pasa lo mismo que a ti, que me estoy entonando con los éxitos musicales del momento y tratando de superar a 3 compañeros varones de 70 años que lo hacen todo mejor que yo. Aquí lo malo es que con el niño sólo logro ir a una clase a la semana, y el resto por libre a máquinas que son más rollo. Pero todo llegará.
Pues totalmente de acuerdo, yo te digo una cosa desde que llegué a base 4 me da igual todo, estoy apuntada a pilates e hipopresivos en el mismo centro de deportes en el cual mi hija practica voley y estoy encantada me olvido del resto y me doy animos yo misma es que si no estaría sin hacer nada!