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Altas capacidades. Mi reflexión 2 años más tarde de la detección

Hago balance de nuestros dos años después de la detección de las altas capacidades de mi hija.

Hace aproximadamente dos años que confirmaron mis sospechas: nuestra hija pequeña tiene altas capacidades. Este tiempo, que se ha pasado lento y volando a la vez ha sido todo un camino para nosotros porque, como suele ser habitual, nosotros nos sabíamos apenas nada de este mundo (Si queréis saber cómo lo detectamos y esa parte del proceso podéis leerlo aquí y aquí). Soy una persona muy obsesiva, o pesada según prefiráis verlo, y me gusta tener las cosas controladas. Si no sé de algo que me importa leo, investigo, me empapo del todo… y con las altas capacidades es parte del proceso pero te tienes que acostumbrar a que no todo está en tu mano. Si hay un músculo que ejercitar es el de la paciencia. 

Hace poco una madre me preguntó cómo iba todo así que creo que es el momento de hacer balance de este tiempo.

1. Mi hija sigue siendo la misma. 

Cuando detectan (que no diagnostican, no es una enfermedad) altas capacidades en tus hijos lo primero que te acecha es la incertidumbre. ¿Y ahora, qué? Bueno, lo primero de lo que te das cuenta es de que en tu casa nada ha cambiado. Mi hija sigue siendo exactamente igual que era antes de la detección: se ríe igual, juega igual, tiene su mismo sentido del humor… es mi hija y no hemos cambiado la manera de tratarla. En todo caso, la detección nos ha servido a mejor porque nos ayuda a explicar algunas cosas de su carácter o de las cosas que le pasan. En nuestro caso estos dos años nos han servido para aceptar y para perderle el miedo a las altas capacidades. Se puede ser muy feliz con ellas. 

2. Nos ha ayudado que ella supiera que las tiene

En algún momento nos recomendaron que no se lo dijéramos. Yo creo que a estos niños es importante decírselo de un manera que sea comprensible para su edad y que no les haga creerse los reyes del mambo. Pero estoy segura de que a mi hija le ayuda para entenderse. Le ayuda cuando está en otro punto vital que sus compañeros, le ayuda a relativizar, le ayuda a gestionar la frustración, que es algo súper necesario.

A Mencía saber que tiene altas capacidades le sirve para poner en su sitio las piezas del puzzle de su complejidad. Ella es una niña complicada, con muchas capas, con muchos sentimientos mezclados. Saber que es diferente le ayuda a aceptarse como es, y también a aceptar a los demás. 

Ahí la entiendo muy bien: cuando yo era pequeña me resultaba frustrante ver que la gente no diera tanto como yo. Y no es que no quisieran, es que tal vez su rendimiento estaba siendo ya el máximo y yo no me daba cuenta. Saber que tienes altas capacidades te ayuda a ser menos exigente con el resto. 

3. Vivir con frustración

Una de las cosas que los niños con altas capacidades tienen que trabajar más es la tolerancia a la frustración, así como la paciencia. Estos pobres niños viven continuamente frustrados por un mundo que va al ralentí para ellos. Querrían ir mucho más deprisa, hacer todo más rápido, perder menos tiempo con cosas que para ellos son tonterías. Todo va súper despacio. Y normalmente mi hija lo asume (más o menos) pero a veces es como una cafetera y necesita liberar presión. 

La mayoría de las cosas resultan frustrantes para ella. Lo curioso es que le resultan más frustrantes los mayores que los niños. Ella entiende que sus compañeros van al ritmo que van, pero a veces le gustaría que los adultos hicieran más por ella. 

Sobrellevar la frustración es lo peor. Sobre todo porque como madre también vives frustrada por la lentitud de todo. 

4. Las altas capacidades son un camino lleno de obstáculos

Yo entiendo muy bien su frustración porque también es la mía la mayoría del tiempo. Con las altas capacidades tienes la sensación de estar a todas horas peleando con el mundo. Con la gente, que no tiene ni idea de lo que son y de lo que suponen. Con sus profesores y con el colegio, y eso que nuestro caso no es de los más sangrantes ni de lejos. Al menos la detectaron y sobre el papel tienen ganas de atenderla… pero a veces tengo la sensación de que son más buenas intenciones que acciones reales. 

Querría un plan, un plan de verdad, una atención en condiciones, con sus objetivos, sus acciones, etc… y mi sensación es de que se ñapea por todos los sitios. Y es que estos niños, lamentablemente, no son prioridad para nadie. ¡La de talento que se está desperdiciando!

Los niños de altas capacidades para los colegios y las instituciones son un cero a la izquierda. Como son listos, ya se las apañarán. Y me remito al punto anterior, estos niños viven en una constante frustración. Algunos desarrollan mecanismos para realizarse y para ser felices fuera de las aulas, pero la realidad es que pasan muchas horas en el cole, deberían realizarse DENTRO. Y resulta muy triste que te ofrezcas a ayudar, te pongas a disposición del colegio para lo que no llegan … y caiga en el olvido todo. Mi sensación es que, lamentablemente, no se trata de manera seria este tema y que dependes de la buena voluntad del profesor de turno. 

La mayor parte de los colegios suspende en atención a estos niños. El mío también. No estrepitosamente porque al menos tengo que reconocerles buenas intenciones y no querer tapar el tema, pero falta formación, recursos y ponerse manos a la obra con un poco de rigor

Y lo peor es que ni siquiera puedo quejarme porque la mayoría de la gente está incluso peor que yo… pero es agotador tener que ser una madre coraje y pasarte el día peleando. Si tienes un niño con altas capacidades vete remangando pero no por tu hijo, sino por todo el mundo de alrededor.

5. Las altas capacidades, esa gran desconocida. 

El mundo desconoce qué suponen las altas capacidades: todos esperan que sean genios que sacan dieces Y NO. 

Mi hija no saca unas notazas de asustar. Saca buenas notas, sí, pero no todo dieces. ¡Y esto sorprende mucho a algunos profesores! Las altas capacidades no van de sacar unas super notas… de hecho es bastante más frecuente el fracaso escolar que el éxito apabullante. El problema es que sacan estas notas no porque no puedan sacar más, ni porque no se lo sepan, sino porque están mortalmente aburridos. Esas notas las consiguen sin ningún esfuerzo y lo complicado es motivarles para que tengan ganas de tirar más para arriba. 

Los niños de altas capacidades tienen una capacidad de aprender tremenda, pero si los encorsetas, si los sometes al mismo ritmo lento que al resto se aburren como ostras y pierden la motivación. Se confían. No tiene ningún interés, ni dificultad y a veces se relajan tanto que están confiados cuando no deberían estarlo. Y ahí viene cuando se pegan el tortazo. 

La verdad es que he de decir que el temario de primaria no ayuda. Se pegan seis años estudiando prácticamente lo mismo, subiendo muy ligeramente el listón. Ya he perdido la cuenta de las veces que mis hijas han estudiado el sistema solar. Es lo mismo todos los años. Se tengan o no se tengan altas capacidades, en serio, es que resulta aburrido de narices. 

He tratado de ser lo más honesta posible con mis impresiones porque en este camino a veces tienes la sensación de andar sobre cristales y otra sobre arena. Hay muchas cosas negativas, mucho hartazgo a veces, pero también os digo, a mí me encanta que mi hija tenga altas capacidades. Me encanta hablar con ella de tú a tú, escuchar sus razonamientos, sus preocupaciones y lo que le pasa por su cabecita y acompañarla en su desarrollo. Creo que me apaño mejor con una niña que tiene la cabeza llena de cosas que con alguien más “sencillo” a priori. Para mí las altas capacidades siguen siendo un regalo y creo que hay que verlo como tal. 

Para los padres que empezáis ahora este camino sólo deciros: se puede ser feliz. Eso es lo más importante. Mi hija creo que lo es. Yo lo soy. Sólo hay que aprender a conocerse y a quererse como uno es, con sus rarezas y sus historias. Al fin y al cabo nosotros somos distintos, sí, pero no pensemos que el resto de gente no tiene sus cosas, que aquí no se libra nadie. 

Por Walewska

Madre de dos niñas. Gafapastas. Cuqui de barrio. Me gusta tomarme la vida con humor. Cuando tengo un rato libre me abro un blog. Escribí Relaxing Mum of café con leche. Me gusta andar descalza, creo que los postres sin chocolate no son postres y soy compulsiva en todo lo que hago.

15 respuestas a «Altas capacidades. Mi reflexión 2 años más tarde de la detección»

Que bien explicado! Y que sencillo y que complicado a la vez… Estoy completamente de acuerdo contigo. Creo que los centros no se implican mucho, bien porque no saben gestionarlo o no quieren complicaciones… Pero si debería ser un orgullo!
Mi hija está en primero de primaria. Tuve una tutoria con su profe y me dijo: nunca me he encontrado con un caso de altas capacidades, pero quizás, tu hija las tenga. Pero, sabes qué? Que ahí se quedó el asunto. Creo que mi hija es lista, sin más, pero… Y si las tiene y nadie hace nada y le perjudica?
Gracias por contar tu experiencia.

Yo más bien me inclino por pensar que para ellos en el fondo no tiene importancia. Como son niños que, en ocasiones, sacan buenas notas, pues ya está. Mi hija saca nueves, con lo cual se da por hecho que 1) tiene un pequeño margen de mejora y 2) que está feliz, contenta y que ya está todo hecho. Es muy difícil que entiendan que de verdad necesita otra manera de hacer las cosas. Algunos lo entienden, y otros lo entienden pero no tienen medios, que al final viene a ser lo mismo porque seguimos teniendo al pequeño desatendido.

Faltan medios y mucha formación. Los pocos especialistas que hay en los colegios siempre tienen por prioridad los niños con otros problemas o diferencias…los niños de altas capacidades «son un invento de estos años» he llegado a escuchar….

Llevo apenas dos semanas empezando con este mundo con un peque de 4 años… y al leerte, sinceramente, me da muchísima pena que no vaya a cambiar lo que ya pienso. Todavía doy gracias porque en su cole tiene un programa, pero nada para la etapa infantil y me encuentro desorientada en cuanto a lo que hacer en esta etapa…

En la etapa infantil realmente si se cuenta con la colaboración de profesor creo que es más fácil porque al estar todo menos reglado sí que se pueden adaptar a él mucho más. En un mundo como la primaria en la que todo se encorseta es cuando se hace un mundo. Pero al final a tu peque lo que le interesa es hacer cosas, aprender mucho, que alimenten su imaginación, su creatividad y sus ganas de saber. Y en estas edades en las que todos los niños son un poco de su padre y de su madre y que los desequilibrios de madurez son tan grandes es mucho más sencillo hacer un traje a medida.
Hay que querer, eso sí. Y hay que currárselo. Pero es objetivamente más sencillo, así que no te preocupes.

La verdad es que es genial que en el cole os “ayuden”, es el primer que escollo que te puedes quitar, el resto como dices, kilos de paciencia, empatía tia, empaparse en todo lo relacionado con esa maravilloso mundo que es un don, y como dices, por falta de conocimiento, medios, ayuda… se esta desperdiciando en muchos casos.
Un abrazo!

Esta frase me ha llegado «Estos pobres niños viven continuamente frustrados por un mundo que va al ralentí para ellos. Querrían ir mucho más deprisa, hacer todo más rápido, perder menos tiempo con cosas que para ellos son tonterías.».
Me ha venido a la cabeza el pequeño. Mas listo que el hambre y no quiere ir al cole porque se aburre, «es que solo jugamos todo el rato». ¡Tiene 4 años! Lo he pensado alguna vez, pero vamos, que tampoco se muy bien hasta que punto es tonteria de el, imaginación mia o realidad.
La mayor tambien tiene sus cosas, si la profe la motiva, es una fiera y va a 100…la sustituta por baja, menudo cambio, ha perdido todas las ganas. Si eso además le pasa a un niño con altas capacidades… Ni me lo imagino.

Ser un/a niñx de altas capacidades no es nada fácil. Tengo alguna que otra amiga con hijxs de AC y lo llevan muchísimo peor que cualquiera de las que conozco con niñxs con dificultades de aprendizaje. En mi colegio están preparados para tratar y trabajar con todos aquellos niños que tienen alguna dificultad, pero los pocos (conozco 2) con AC están desatendidos, no consiguen llegar a ellos y, lo peor, se están agobiando, frustrando y bajando notas por curso. Para sus madres es frustrante, ya no saben qué hacer. Además son niños con tal complejidad que una de mis amigas está al borde del colapso porque detrás vienen dos y la pequeña con sospecha de TEA. Vamos, todo un cuadro en casa.

Pero doy fe de que tu hija es feliz y sé que tú lucharás porque lo siga siendo. Y que no dejarás que caiga en la apatía y el desencanto con un mundo que nunca irá a su misma velocidad. Estás haciendo un grandísimo trabajo y eso, se ve. Un beso gordo!

Desde una posición distinta de momento, porque a día de hoy no sabemos si mi mochuelo va a tener las capacidades por encima o por debajo de la media o en la media misma, noto que en esto de la diversidad, ya sea para los que sobresalen como para los que necesitan apoyos porque no llegan, todo aparenta ser muy inclusivo, estar muy bien entendido y tener muchos recursos a disposición del que lo necesite, porque vivimos en tiempos muy modernos. Pero en realidad los planes hacen aguas por todos lados. Y ya ves tú, que el mío tiene 2 años y sólo con lo mal gestionado que está el tema de la atención temprana, y eso que se supone que la detección precoz de cualquier asunto es lo que se pretende, para actuar y guiar a los niños lo antes posible ¡no me quiero ni imaginar cómo estarán el resto de pasos que nos queda por dar!

Buenos días,
Quería felicitarte y darte las gracias por esta entrada. Al leerte me he sentido completamente identificada, has expresado punto por punto mis opiniones y experiencias al respecto de tener una niña con altas capacidades.
Seguiremos luchando pero sobre todo disfrutando con nuestras pequeñas
Un saludo

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