Iba a empezar esto diciendo que «hace poco estuve en un evento» pero no, fue justo antes de la comunión de Mencía que parece que fuera ayer pero ya han pasado a lo tonto dos meses. KILL ME TRUCK. El otro día oía a mi hija mayor decir ¿mamá, por qué no inventarán los días de 28 horas? y ahí me vi tan reflejada que me dio miedo. En todo caso, hace un tiempo estuve predicando en un evento y ahí tuve ocasión de conocer a unos emprendedores con un proyecto que me dejó LOQUER. Se trata de Singerfy, una web que realiza canciones a medida para eventos y que me pareció la leche.
Para que os hagáis a la idea, a este evento fui el viernes por la mañana y mi hija comulgaba al día siguiente. En apenas unas horas tuve uno de los mejores regalos que recibió mi hija que fue una canción hecha para ella exclusivamente. Suena guay PORQUE ES MUY GUAY. Ellos me la regalaron pero la verdad es que viendo los precios de su web la verdad es que es una cosa perfectamente razonable y al alcance de cualquiera. Es curioso porque la exclusividad normalmente la pagas pero en este caso.

Singerfy, ¿esto que eh lo que eh?
Como os decía la gente de Singerfy lo que hacen es construir canciones a medida para distintos eventos. A ver, no es que se sienten ahí en plan Pablo López a componer con el piano para cada persona, ni que hagan una canción de Grammy para cada cliente. Como comprenderéis, esto no está pagado. La cosa es que tienen distintos mimbres y estructuras y dentro de eso tú construyes una canción a tu medida… en cinco minutos de reloj si quieres. Eso fue lo que nos llevó escribir la nuestra ¡nada! A mí me parecía poco menos que un milagro.
Escoges el ritmo, si la canta una mujer o un hombre, si te gusta más pop o más rock y luego todas y cada una de las frases que dicen en la canción. Ellos te proponen unas cuantas opciones pero lo cierto es que es un proceso tan natural y tan fácil que si quieres innovar puedes hacerlo sin problemas y sin ser Quevedo. En nuestro caso por ejemplo me apetecía introducir un verso que hablara del baloncesto, que es el deporte que ella practica. Como no había nada preescrito, pues nos lo inventamos y andando.
El resultado es SÚPER vistoso. Mencía alucinó pepinillos cuando al despertarse el día de su comunión tenía una canción que hablaba de ella, que decía su nombre, el día de su comunión y un montón de cosas que ella asociaba a su persona. A mí me parecía un milagro, la verdad, porque escribimos la canción a las 12 de la mañana más o menos y la debieron grabar esa misma tarde.
¿La prueba del éxito? Si por ella fuera se la hubiese puesto a todo el que se cruzó con ella ese día. Le dio mucha vergüenza escucharla por primera vez (¡era para ella, claramente!) pero al mismo tiempo le parecía la leche.

Sácale partido a tu canción
En realidad lo nuestro fue un poco a salto de mata todo y más allá de la sorpresa no la usamos mucho más… pero si esto lo hubiera sabido con un poco más de tiempo posiblemente la hubiéramos aprovechado el doble. Este tipo de canciones son geniales para ponerlas en el momento de entrar en un salón, si vamos a hacer corte de tarta o incluso si vamos a proyectar un vídeo con fotos y necesitamos una banda sonora. Yo soy terriblemente sosa para estas cosas pero quizás sí que me hubiera animado a pedirles en el sitio donde comimos que la pusieran a través de la megafonía.
¿Lo mejor? No sólo tienen canciones para comuniones sino prácticamente para cada tipo de evento. Y lo que no tienen, se lo pueden inventar. Bautizos, bodas, pedidas de mano, cumpleaños… si necesitas una canción personalizada puedes tenerla ¿No os parece un súper invento? Os aseguro que a la gente le sorprende mucho porque les halaga sobremanera.
¿Conocíais algo así? ¿Qué os parece la idea?
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