Me encantan las alfombras, como concepto. Me mola menos el concepto limpia-fija-da esplendor que va asociado a ellas y sobre todo no me gusta nada de nada el concepto niña-tate-quieta-ya indisoluble. Asumámoslo: soy la madre de dos cochinas. Y no me refiero precisamente a Peppa Pig. Aún así yo me resisto porque me parece que […]
